Encuentros sindicales combativos y las necesidades de la clase trabajadora
Las próximas luchas que deberá afrontar el movimiento obrero argentino serán muy duras, ya que la finalización del “viento de cola” económico -producido por la caída de los precios de la soja- dejó a las patronales y al gobierno sin márgenes para otorgar concesiones o hacer demagogia, como sí sucedió durante las primeras épocas de Néstor y Cristina. / Conquistar aumentos que por lo menos nivelen los índices de la inflación, mantener las conquistas o defender los puestos de trabajo serán tareas titánicas, para las cuales habrá que recurrir a los métodos más “duros” del movimiento obrero, como las huelgas largas, los piquetes, las tomas de los establecimientos, etc.
Más allá de que siempre es conveniente empujar a las conducciones burocráticas a pelear, pocas veces lo harán, porque cada vez están más dedicadas a defender los intereses patronales que los de sus representados; razón por la cual habrá que apelar a otros viejos métodos: las asambleas democráticas y la coordinación por abajo, única manera de garantizar la unidad que los burócratas boicotearán sistemáticamente. / Un ejemplo de esto es el conflicto de Cresta Roja, donde la conducción del STIA -Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación de Provincia de Buenos Aires- se ha dedicado a aislar esta lucha emblemática, negándose a unirla con la de los obreros de Bimbo o a parar al conjunto del gremio como medida elemental de solidaridad. (Leer todo)
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