El triunfo de Erdogan en las elecciones turcas empuja hacia una enorme radicalización de las luchas
En las elecciones legislativas de junio, el partido
oficialista de Turquía -el AKP del presidente derechista Erdogan- perdió por
primera vez desde su llegada al poder, en 2002, la mayoría absoluta que tenía
en la cámara. / La razón de esto fue la excelente elección lograda por el
Partido de la Democracia y el Pueblo, el izquierdista HDP, que triunfó en las
regiones kurdas del sudeste y obtuvo un poco más del 13% en el conjunto del
país y una bancada de 80 legisladores.
Al perder la mayoría, el AKP se vio obligado a constituir un
gobierno de coalición, uniéndose con alguna de las fuerzas que ingresaron al
congreso: el Partido Republicano del Pueblo (CHP), el Partido de Acción
Nacionalista (MHP), de extrema derecha, o el HDP. / Pero Erdogan boicoteó esta posibilidad e impuso el
adelantamiento de nuevos comicios para este domingo 1 de noviembre. Al mismo
tiempo desató una feroz represión contra las localidades kurdas del sudeste y
la guerrilla de esta etnia en las montañas de Kandil en la frontera con Irak.
El objetivo de los ataques, que incluyeron allanamientos y
procesos contra periodistas opositores e intervención militar en el noroeste de
la frontera con Siria -Rojava-, consistió en hacer responsables de la violencia
desatada al pueblo kurdo y su partido, el HDP. / De esa manera y apelando al sentimiento “nacionalista”
turco, Erdogan se propuso polarizar al electorado, restándoles los votos
necesarios para recuperar la mayoría, tanto al ultraderechista MHP como al
partido pro kurdo HDP. (Leer todo)
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